“Los
grandes artistas y los grandes hombres de ciencia hacen un trabajo que es un
placer en si mismo; mientras lo hacen, se ganan el respeto de las personas cuyo
respeto vale la pena, lo cual les proporciona el tipo más importante de poder,
el poder sobre los pensamientos y sentimientos de otros” Bertrand Russell
Dentro
de unos días nos volveremos a ver para hablar del optimismo. Esta vez hemos
elegido la novela de Jean Michel Guenassia, El club de los optimistas incorregibles,
una excelente elección que ya habrá tiempo de desgranar y reseñar. Le acompañan
dos ensayos: La conquista de la felicidad
de Bertrand Russell y Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo
de Barbara Ehreinrech.
El
primer autor elegido fue Russell, pero
al leer su trabajo, lo encontramos algo
desfasado, sobre todo porque plantea soluciones a situaciones sociales que hoy
ya no están presentes. Pero también lo es porque muchas de sus ideas han calado tanto en nuestro pensamiento que
hoy parecen obviedades. Hace unos días escuché
a Jesús Mosterín decir en la Cadena Ser que
el mundo habría sido mucho mejor si se le hubiera prestado más atención a Bertrand
Russell. Como adelanto a nuestro próximo debate, comparto con vosotros este interesante análisis que hizo sobre su vida.
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