Cheryl
Strayed, la autora y protagonista de Salvaje, es capaz con 26 años de
recorrer el sendero del macizo del Pacífico, más de 4.000 km de camino que
bordea toda la costa oeste de Estados Unidos, completamente sola. Durante este
trayecto carga con una mochila, que ella misma bautiza Monstruo por sus
dimensiones, en la que se lleva lo imprescindible y entre esos imprescindibles
se encuentran Nabokov, Coetzee, Flannery O´Connor, Faulkner... Cada día,
después de recorrer ni sabe los kilómetros por
zonas desérticas o de nieve, según toque, después de haberse encontrado con un oso o
haber tenido que atravesar una montaña de hielo, o tras haber visto sin poder
evitarlo como su bota se despeñaba por
una montaña, monta su tienda y encuentra la paz en la literatura.
Es decir, Cheryl Strayed es una autora valiente para la que leer es tan esencial como comer o dormir y,
por eso, no es raro que Salvaje sea una obra maravillosamente escrita y, además,
desde las entrañas.
Confieso que Salvaje es el primer libro de
viajes que he leído porque no era un género que me atrajera en absoluto. La
idea de una narración del hombre contra la naturaleza, sublimado ante su
belleza y filosofando sobre ello, no me sonaba nada atractiva. Luego he comprendido
que hay diferentes subgéneros dentro del gran epígrafe Literatura de Viajes. Pero,
sin ser ninguna experta, creo que Salvaje no es nada de eso. Salvaje es una
novela porque una novela es un personaje y pocos personajes literarios pueden
atraer tanto como una chica de 26 años que en plena crisis personal decide irse
ella sola, sin ninguna experiencia, a recorrer 3000 km. Lo que inicialmente es
una idea, vaga, extravagante y
prometedora que le asalta por casualidad al chocarse con una guía del
camino en un supermercado, se convierte en un viaje real que la salva de la
espiral de autodestrucción en el que se encontraba. ¿Hasta dónde puede llegar
un ser humano si renuncia a escuchar sus miedos? Porque Cheryl Strayed no es
que no sienta temor, es que ha tomado la decisión de ignorarlo. ¿Hay algo más
valioso que la perseverancia? Todas estas reflexiones nos vienen a la cabeza
mientras vamos conociendo a la protagonista de Salvaje que nos obnubila por su
vitalidad y su coraje y porque tiene la fuerza de ser un personaje real.
Cheryl Strayed escribió Salvaje pasados los
años y creo que es esa distancia y la madurez
lo que le ha permitido conocerse
tan bien y expresar con tanta precisión y valentía sus sentimientos. La autora
es capaz de reírse de sí misma y de hacernos reír con ella, pero también de
contar con crudeza y sin esconderse episodios sórdidos de su vida. Su voz está
llena de ternura, seguramente porque es eso lo que siente hacia la persona que
fue, y su prosa es a la vez directa y poética. Como escribe Dwight Garner en
The New York Times, Strayed consigue
clavar cada una de las frases que construyen este libro. Cuando la
protagonista decide emprender el viaje se encuentra en plena crisis personal.
Todas las situaciones que la llevan hasta el inicio del camino (límites muchas
de ellas, como corresponde a su naturaleza)
forman parte esencial de la narración. La autora se encarga de dosificar
muy bien las piezas y crea la tensión en los dos planos, tanto en las
peripecias del recorrido como en su vida anterior. El resultado es una novela
honesta, que hace replantearse las barreras y los miedos que nos impiden tantas
veces avanzar.
Nunca había oído hablar de este libro, pero tal como lo describes, parece de lo más apetecible. Trataré de leerlo. Gracias por reseñarlo.
ResponderEliminarGracias, Charo Yo lo he empezado a leer porque la experiencia es muy interesante. Viajar solo a cualquier parte siempe entraña cierto desasosiego pero si lo haces por un territorio como el que ella explora y con lq carga emocional que lleva la mujer encima....toda una proeza. Lo cometaremos:-)
ResponderEliminarMaite, ¡yo me lo he leído gracias a ti! Es uno de los sugeridos en el enlace http://blogs.elpais.com/viajero-astuto/2013/04/libros-de-viajes-para-quedarse-en-casa-leyendo-o-no.html.
ResponderEliminarEmpecé a leerlo sin demasiadas expectativas y, oh sorpresa, me encuentro con una delicia de libro: bien escrito, ameno, revelador...A ver si os lo leéis alguno y podemos comentarlo.