5 de marzo de 2012

Presentación

Amin Maalouf manifiesta, en El desajuste del mundo, su convicción de que nuestra escala de valores solo puede fundamentarse hoy en la primacía de la cultura y que el siglo XXI se salvará por la cultura o se hundirá. «El futuro –continúa Maalouf– no está escrito de antemano, somos nosotros los que tenemos que escribirlo, que concebirlo, que construirlo; con audacia, porque hay que atreverse a romper con hábitos seculares; con generosidad, porque hay que reunir, tranquilizar, escuchar, incluir, compartir; y ante todo con sabiduría».

Hace un año que empezamos a reunirnos para hablar de libros. Nuestra idea era diferente a la de la mayoría de los grupos de lectura. Decidimos elegir un tema y a través de la lectura de una obra de ficción y un ensayo, explorarlo desde todos los ángulos posibles. Así, hemos hablado del deterioro del estado del bienestar, de los desafíos de las migraciones, de la identidad, de la memoria, del mal. Hemos estado de acuerdo en muchas cosas, hemos disentido en otras, nos hemos reído, nos hemos emocionado y, sin duda, nos hemos enriquecido; pero al modo de Maalouf, es decir, que seguramente hayamos logrado ser un poquito más felices, un poco más sabios y también algo más fuertes, y todo ello, sin consumir apenas los menguantes recursos del planeta.   

De momento, seguiremos devorando lecturas. Las próximas serán Persuasión, de Jane Austen, y El gobierno de las emociones, de Victoria Camps, que nos permitirán hablar próximamente de «Razón y emoción». Después de tantas discusiones racionales, bajaremos por un rato a los sótanos del sentimiento. De todo ello hablaremos en nuestros próximos posts.

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