Tertulectos arranca este 2016 con un
monográfico. Votamos, casi de forma unánime esta vez, leer a una de nuestras
mejores escritoras, una de las más polifacéticas que hemos tenido, Carmen
Martín Gaite.
Considerada una de las grandes escritoras
del siglo XX, Carmen no fue una escritora afecta a un solo género, sino que
manejó con igual soltura la prosa y la poesía, cultivando la novela, el ensayo
o el teatro, sin olvidar su gran labor como crítica literaria o traductora
(Virginia Woolf, Natalia Ginzburg, Eça de Queiroz, Flaubert o Primo Levi, entre
otros muchos).
Debido a esta amplitud de géneros que
aborda a lo largo de su carrera literaria, sería difícil hacer un
análisis de su obra completa a partir de la lectura de solo dos de sus libros
(no es tampoco ese nuestro objetivo, sino el disfrutar con la lectura y
compartir las reflexiones a partir de ellas) pero si tuviéramos que dar unos
rasgos rápidos sobre su obra narrativa, podríamos hablar de su gran maestría
como contadora de historias, en donde están en permanente conexión el concepto
de “realidad” y el de “ficción” que en su obra no representan mundos
enfrentados (a pesar de parecer antagónicos), sino que continuamente se
intercalan y se confunden. En sus personajes de ficción, a veces lo soñado, lo
imaginado, lo recordado o lo leído es más real que lo que les ocurre en su vida
cotidiana.
Carmen Martín Gaite, voraz lectora,
incorpora a su obra esas lecturas que enriquecen y alimentan su mundo interior,
llegando a considerar a muchos de sus escritores leídos como sus “amigos”, una
relación amistosa que ella consideraba tan “real” como las que mantenía en su
vida y es así como incorpora a su producción aspectos de obras de otros
autores.
Como ensayista demuestra la misma
capacidad narradora ya que para ella, incluso los hechos históricos, pueden
contarse como una novela. Sus ensayos desprenden todos un aire conversacional
con los personajes (incluso con la época), sea el conde de Guadalhorce o
Macanaz, sus “muertos”, con los que más bien mantiene un diálogo, al igual que
con sus “amigos” escritores que no conoce.
Manteniendo nuestro formato habitual
(lectura de una novela y un ensayo) leemos El
cuarto de atrás, una de las obras donde la autora nos deja en un estado de
vacilación entre lo real y lo onírico, lo verdadero y lo inventado, en un
perspicaz juego donde nos demuestra su destreza creativa, donde aparecen
referencias a otros textos (Todorov, Lewis Carroll, Bataille, Poe, Stevenson,
Kafka…) y otros géneros, llamados “femeninos” (por estar destinados a mujeres,
claro), como es la novela rosa o el cuento de hadas. Y asomándose de vez en
cuando, nos muestra retazos de su infancia, los recuerdos en aquel cuarto de
atrás, pintándonos un cuadro genial de la época.
Como ensayo, Usos amorosos de la
postguerra española, obra a la que hace referencia varias veces en la
novela, en donde de una forma amena pero documentada, nos describe la España
que a ella le tocó vivir, reflejando no solo los usos amorosos, sino la vida
cotidiana de un país sumido en el oscurantismo de los años del franquismo. En
sus ensayos podemos apreciar la versatilidad con la que utiliza el lenguaje,
capaz de expresarse con el más culto para pasar a uno más coloquial y
divertido.
Al hilo de estas lecturas es seguro que
nos surgen a todos muchas dudas y preguntas sobre ella, sobre la forma en que
su propia biografía aparece encubierta en su narrativa, sobre si la
intertextualidad de la que muchas veces se habla, es tan patente en su obra;
cuáles fueron esos autores que influyeron en ella; cómo concibe Carmen a sus
personajes femeninos; su reelaboración de cuentos y tradiciones; sobre su
comunión o no con la filosofía existencialista, dada la actitud reflexiva e
introspectiva de los personajes, el anhelo de un proyecto vital... quizá
demasiadas preguntas para una tarde que queda escasa para un personaje tan
variopinto, complejo y fascinante como fue Carmiña.
Para debatir
sobre estas, y otra muchas preguntas que se plantearán, e iluminar muchos
aspectos que desconocemos de su prolífica obra, tendremos la suerte de contar
con José Teruel, uno de los estudiosos que mejor conoce su obra.
Profesor titular de Literatura española en
la Universidad Autónoma de Madrid y acreditado para el Cuerpo de Catedráticos,
José Teruel ha sido también profesor de Poesía española contemporánea en el
Instituto Internacional y Visiting Professor en Duke University y La Escuela
Española de Middlebury College. A su labor docente se une la investigadora que
actualmente se centra en el Proyecto I+D: “Epistolarios, memorias, diarios y otros
géneros autobiográficos de la cultura española del Medio Siglo”.
Entre sus muchas publicaciones podríamos
destacar, La joven poesía
española del medio siglo (1992), Otro marco teórico para el
medio siglo: la poesía de Miguel Fernández (2000), Los años norteamericanos de
Luis Cernuda (Premio de
Investigación Internacional «Gerardo Diego» de Investigación Literaria, 2013),
las ediciones de Tirando
del hilo (artículos 1949-2000) de
Carmen Martín Gaite (2008), la Correspondencia entre esta autora y Juan Benet (2011),
y las conclusiones del congreso Un
lugar llamado Carmen Martín Gaite (2015).
Ha publicado diversos artículos y capítulos de libros sobre la colección
Adonáis y la Escuela de Barcelona, Claudio Rodríguez, Jaime Gil de Biedma, José
Ángel Valente, Ángel Vázquez y Martín Gaite, de quien también dirige la edición
en siete volúmenes de sus Obras completas, por lo que podemos decir que
contaremos con uno de los investigadores más notables de la obra de Martín
Gaite.
Pero todo ese saber y buen hacer, es solo
una capa que recubre a un ser de una honestidad y modestia intelectual propias
solo de las personas verdaderamente inteligentes porque Pepe, como todos le
llamamos amigablemente, no solo es amante del rigor en el estudio y del trabajo
bien hecho, es alguien de una gran calidad humana, leal a muchos nobles
valores, siempre presto a implicarse en cualquier actividad, como venir a
nuestra tertulia y regalarnos generosamente su tiempo y su saber, y es por ello
que, desde aquí, ya le damos las gracias todos los tertulectos.
Los lectores siempre fuimos para Carmen
algo muy importante, siempre nos tuvo muy en cuenta. Estoy segura que su
espíritu libre, fantástico y juguetón, rondará en nuestra tertulia y esperamos
que, de alguna forma, sienta nuestra admiración y reciba este pequeño homenaje
a la gran escritora y valiente mujer que fue.
Genial!!!
ResponderEliminarChapó, Carmen!
ResponderEliminarInteresante artículo. Te invito a visitar mi blog http://ulises277.blogspot.com.co/
ResponderEliminarMe encanta su página sugiero visitar el blog de Carlos Ortiz de Zárate http://carlos-ortizdezarate.blogspot.com.es/ @cozden
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