18 de septiembre de 2013

Bertrand Russell, una vida lúcida

Los grandes artistas y los grandes hombres de ciencia hacen un trabajo que es un placer en si mismo; mientras lo hacen, se ganan el respeto de las personas cuyo respeto vale la pena, lo cual les proporciona el tipo más importante de poder, el poder sobre los pensamientos y sentimientos de otros” Bertrand Russell


Dentro de unos días nos volveremos a ver para hablar del optimismo. Esta vez hemos elegido la novela de Jean Michel Guenassia,  El club de los optimistas incorregibles, una excelente elección que ya habrá tiempo de desgranar y reseñar. Le acompañan dos ensayos: La conquista de la felicidad de Bertrand Russell y  Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo de Barbara Ehreinrech.
El primer autor  elegido fue Russell, pero al leer su  trabajo, lo encontramos algo desfasado, sobre todo porque plantea soluciones a situaciones sociales que hoy ya no están presentes. Pero también lo es porque  muchas  de sus ideas  han calado tanto en nuestro pensamiento que hoy parecen obviedades.  Hace unos días escuché a  Jesús Mosterín decir en la Cadena Ser que el mundo habría sido mucho mejor si se le hubiera prestado más atención a Bertrand Russell. Como adelanto a nuestro próximo debate, comparto con vosotros este interesante análisis que hizo sobre su vida.

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